Levadura prensada: Descubriendo los secretos de este pequeño gigante
¿Que hay atras de ese cubito con aroma tan especial?


La levadura prensada, ese cuadradito mágico que encontramos en cualquier súper, es la clave para que el pan y las masas nos salga bien esponjosas. Parece algo simple, ¿no? Pero detrás de este ingrediente hay todo un proceso de elaboración muy interesante. ¿Te gustaría saber cómo se hace?
Así se fabrica la levadura, paso a paso:
Primero, los microbios: Todo empieza con un cultivo de Saccharomyces cerevisiae, que son como los reyes de la panadería. Estos bichitos microscópicos se alimentan con melaza (un derivado de la caña de azúcar) en tanques especiales donde tienen la temperatura ideal y el oxígeno justo para multiplicarse a full.
Separando a los "jugadores": Cuando ya hay suficientes microbios, los separan del líquido con una máquina especial, como si fuera una licuadora gigante. Después, los lavan con agua bien limpia para que no quede ningún residuo.
Apretando y dando forma: A la levadura limpia le sacan el agua que sobra y la prensan con mucha fuerza para que quede bien compacta, como un ladrillo. En este momento, la levadura está "dormida", como si estuviera hibernando.
A la heladera, a descansar: Por último, la cortan en cubitos, la envuelven y la guardan en la heladera para que se mantenga fresca y lista para usar.
¿Por qué la levadura prensada es tan genial?
Está llena de "bichitos" activos: Como viene bien concentrada, tiene un montón de células de levadura listas para laburar, y eso hace que la masa fermente rapidísimo y quede bien esponjosa.
Es fresca y sabrosa: Al ser fresca, tiene un aroma y un sabor más intensos que le dan un toque especial al pan.
Sirve para todo: La podés usar para hacer pan francés, medialunas, pizzas… ¡lo que quieras!
Un dato importante:
La levadura prensada es un ser vivo, así que hay que cuidarla. Guardala en la heladera y usala antes de que se venza, así no te deja a pata a la hora de hornear.
Conocer cómo se fabrica la levadura prensada nos ayuda a valorar más este ingrediente tan importante en la panadería. Así que ya sabés, la próxima vez que hagas pan, acordate de estos pequeños gigantes que trabajan sin parar para que te salga riquísimo. ¡Que lo disfrutes!